Siempre nos trata Francisco (chico) como en casa, comida espectacular con materia prima de calidad suprema, pero lo mejor el trato. Yo me siento un «Merinas» más cuando cruzo el umbral de la puerta de esa casa.
Siempre nos trata Francisco (chico) como en casa, comida espectacular con materia prima de calidad suprema, pero lo mejor el trato. Yo me siento un «Merinas» más cuando cruzo el umbral de la puerta de esa casa.
Nuestros comienzos relacionados con el mundo de la hostelería, se remontan al año 1988. Desde entonces, nuestro objetivo siempre ha sido trasladar a cada uno de nuestros comensales los sabores de la cocina de toda la vida.