Como persona que dirige un hostal, pero también como turista, visitante u otra razón que conlleve un desplazamiento, puedo sugerir algunas pautas a seguir a la hora de elegir tu Hostal. El viajero normalmente busca destinos diferentes, especiales, con alojamientos que te hagan sentir especial, lujos que no son habituales en nuestro entorno, sensaciones nuevas…y a veces, en esa búsqueda del lugar paradisiaco dejamos atrás las satisfacciones que nos ofrecen los Hostales. Alojamientos que se han asociado en nuestro subconsciente a la falta de servicios básicos que se demandan en un lugar donde dormir, asearte, descansar…y que ya van quedando atrás.
Digo van quedando, porque excepciones hay y habrá en cualquier alojamiento, y si bien es cierto que a todos nos gusta disfrutar de las instalaciones de un buen hotel, ese servicio tan profesional, la confianza que transmiten (es justo valorarlo y reconocerlo), en todos lados cuecen habas.
Afortunadamente, la labor de las inspecciones de Turismo han logrado que en España exista una uniformidad en las categorías hoteleras que aseguran al viajante encontrar aquello que busca. Esa labor del inspector, junto al esfuerzo del hostelero por ofrecer mejores prestaciones, hacen que sea una muy buena elección decantarse por el alojamiento del tipo Hostal.
Según la clasificación actual, podemos encontrar Hostales de diferentes categorías, estrellas de plata, que varían en función de los servicios y dimensiones de los mismos. También se clasifican según su ubicación: carretera, ciudad, playa o montaña.
Como elegir un buen Hostal
No es el principal cometido de estas letras entrar en profundidad en la gran cantidad de matices que debemos tener en cuenta a la hora de clasificar uno u otro Hostal, pero sí hay algunas pistas que harán que la opción preferida sea un Hostal;
– No son cadenas hosteleras, por lo que suelen estar dirigidos por los propietarios. La palabra familiar la verás reflejada en los rostros de los trabajadores. Probablemente acabes tomando unas cañas con el personal.
– No han sido decorados por grandes expertos. El atrezzo suele ser humilde, sencillo, casi espartano, Justo lo que ahora recomiendan a causa del Covid…
– No te pondrán excusas a la hora de adaptarse a tus necesidades, si quieres dejar la habitación más tarde, no te cobraran por ello, si pides toallas para su piscina, no te pedirán un depósito…
– No te cobrarán caro, precios muy razonables, normalmente con un desayuno local incluido, donde degustar los productos elaborados en la casa y típicos del lugar. Su bar o restaurante te sumergirá en el variopinto mundo de su parroquia y la comida te hará aflojar un botón del pantalón.
– Por último, no tendrás que hacer cola para nada, ni para el buffet, ni para las raquetas de pingpong, ni para la peluquería, ni para esa tienda carísima, ni para nada.
Al final, lo que encontrarás serán unas personas que se desviven por agradar, por servirte, por atender tus necesidades, por que seas feliz en su casa y que están super agradecidos por haberlos elegido.